La batería es el componente fundamental de un auto eléctrico. Seguir las indicaciones del fabricante, cuidar su óptimo funcionamiento y conocer los detalles que extienden la vida útil de la batería son aspectos cruciales para quienes se deciden por un auto accionado por energía y que reduce las emisiones de carbono.
Una de las principales dudas que tienen los propietarios de un auto eléctrico al momento de adquirirlo es ¿cómo se carga?
¡Muy simple! En términos generales, cargar un auto eléctrico es un proceso sencillo, solo se necesita una fuente de energía y un cable, pero no está exento de indicaciones particulares para cada modelo. Una de las principales recomendaciones en este sentido es estudiar las especificaciones de uso de la batería de tu auto.
Contrario a lo que comúnmente se cree, no es necesario esperar a que la batería se descargue por completo para recargarla. Lo más recomendable es cargar el auto cuando el nivel de la batería se encuentre por debajo del 30%.
Por norma general, los autos eléctricos tienen la toma de corriente ubicada en dos lugares estratégicos. En algunos modelos, como el IONIG Eléctrico, se encuentra por el costado trasero del vehículo, y en otros, como el KONA Eléctrico, está en la parte delantera de la carrocería.
Independiente de la ubicación de la toma de corriente, al momento de cargar el auto es importante respetar el orden de conexiones: primero enchufar el cable al punto de carga y después a la toma de corriente del auto. En cambio, para desconectar el cable alimentador de energía es necesario hacerlo en sentido contrario.
Existen lugar establecidos conocidos como “punto de recarga” en los que existen cargadores específicos que brindan una mayor seguridad y eficacia a la carga eléctrica de un auto con estas características.
Para facilitar la carga en una instalación específica con total seguridad, además de los cables antes mencionados, por ejemplo, el nuevo KONA Eléctrico incorpora un cargador a bordo de 7,2 KW encargado de convertir la corriente alterna a continua y así poder cargar la batería con mayor rapidez, reduciendo considerablemente los tiempos de carga.
Para los contratiempos que puedan surgir, al momento de comprar un auto eléctrico se suele incluir un cable conocido como “cable de emergencia” y que es compatible con un enchufe doméstico.
Aunque el objetivo es evitar la descarga total de la batería, en momentos de necesitar conectar el auto eléctrico a una toma de corriente doméstica, hay que comprobar que tanto el enchufe como la instalación tengan la capacidad de potencia para un uso intensivo como cargar la batería de un auto eléctrico. Además, se debe considerar que cargar un auto a través de un enchufe doméstico siempre tardará un tiempo mayor al que hacerlo en un punto de recarga específico.